19.7.17

Sélica Cruz obtuvo el cinturón negro de yudo



En estos días en que el calor todo lo ralentiza también nuestro blog anda despacito, como la pegadiza tonada. También es cierto que generamos pocas noticias dignas de subir a la Red. Pero no es menos cierto que estábamos en deuda. No habíamos publicado nuestra última actividad: hay un nuevo cinturón negro en la familia y quizás, nunca mejor dicho.



En las pasadas pruebas para pases de grado celebradas en Alcobendas, se presentó Sélica Cruz con su uke Naira Pérez, para optar al 1º Dan. Hicieron un gran examen y Sélica estrenó su ansiado cinturón negro saldando un deuda que tenía.



Sélica Cruz es la hija del maestro Rodolfo Cruz al que tanto le debe el colectivo del CDE WLAC Yudo. Su paso al tatami fue natural, entró como el niño que se mete en una zona más de un parque. Se crió, las más de las veces, al borde del tatami, cuando no dentro. Estuvo muchos años practicando duro, entrenando, corrigiendo, sudando… ¡disfrutando!



La vida da muchas vueltas y hubo un momento en que Sélica, abandonó la práctica continuada del yudo, aunque bien sabía ella que volvería. Y así lo hizo, ya siendo una mujer y sabiendo el valor de las cosas. Para nosotros fue un orgullo acoger su proyecto y que contase con una yudoca del club como uke. Naira, fiel exponente del principio del mutuo beneficio, demostró una madurez impropia de su edad y, sin pestañear, se puso manos a la obra; como es ella, sin pliegues ni reservas, al ciento por cien.



Dicen que "quien hace un cesto, hace ciento, si tiene mimbre y tiempo". Tiempo había que buscarlo y se encontró. Y mimbre… ¡de calidad! Así es que el "cestero" Rodolfo se aprestó a hacer un nuevo… cinturón negro de los cientos que ha formado a lo largo de su dilatada vida de yudoca profesional. Nos parece oportuno aquí hacer una pausa para recordar que Rodolfo Cruz es sexto dan de yudo entre otras cosas.



Así es que el final de la historia es feliz dado que los padres de Sélica asistieron al momento en que ella saldaba su deuda. Po su parte, Sélica, bien asistida por su uke Naira, se demostró que la voluntad es el principal motor de todo lo que uno se propone y que, a veces, hay que volver a engrasar los sueños y proyectos para ir cumpliendo objetivos.



Dejamos junto a estas líneas algunas imágenes en las que se ve también a muchos compañeros del Gimnasio Fraimor con los que tantas horas de tatami compartimos, especialmente Sélica Cruz; nuevo cinturón negro. Enhorabuena.


NOS VEMOS EN LOS TATAMIS

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